- Corre! Corre! – Grito Eineth mientras se alejaba de ella –
Ven conmigo!
Juliete se levantó con furia del suelo y empezó a
correr detrás de él. Seguir por aquel camino ya no era seguro, tenían que
encontrar algún lugar dónde no pudiera encontrarles la bestia. Corrieron
campo a través, se dirigían al bosque Munthrow. Hacía mucho tiempo que
nadie, en su sano juicio, se adentraba en ese bosque maldito, pero a Eineth le
pareció buena idea; en la aldea siempre había escuchado que la bestia no podía
entrar allí, aunque tampoco imaginaba que los peligros que les acecharían
en el interior de ese bosque eran mucho peores que huir de Hanfur, la bestia.
(radio)
La oscuridad de
la noche hacía que el bosque fuera más peligroso. Einteh agarraba a Juliete de
la meno para que no cayera. Ella estaba muy cansada. Llevaban unas cuentas
horas andando. Los ruidos que se escuchaban cada cierto tiempo asustaban a
Juliete e inquietaban a Eineth.
- ¿Podemos parar
a descansar? –imploró Juliete- Estoy cansada de andar y tengo sueño.
-No, es muy
peligroso dormir a merced del bosque. –Eineth siguió tirando de la mano de su
hermana pequeña.
Ya no sabían
donde se encontraban. Perdieron el rumbo en cuanto el sol desapareció.
-¡He visto una
casa! –gritó Juliete y tirando de la mano de su hermano.
Y era de verdad.
Juliete había visto una pequeña cabaña abandonada. Eineth decidió pasar allí la
noche hasta que amaneciera.
Dentro de la
cabaña no había nada, ni muebles, ni rastro de nadie viviendo allí. En una
pequeña habitación, que estaba al fondo de la cabaña, se encontraba una pequeña
radio. Se acercaron a verla y ver si funcionaba pero antes de llegar a tocarla,
esta se encendió sola...
(mariposa)
Unos ruidos incoherentes empezaron a salir de la radio. Los
dos chicos se acercaron para intentar entender qué es lo que decía, pero al
hacerlo sus ojos se abrieron mostrando su miedo. Lo que se escuchaba no eran
personas hablando como ellos se esperaban, si no los gritos ahogados de una
persona. Juliete gimió y alejándose de la radio, puso sus manos en
los oídos para intentar bloquear aquel espantoso sonido.
-¡APÁGALO, EINETH! –gritó la chica.
Su hermano volvió la mirada a la radio y empezó a tocar todos los botones posibles pero aquel aparato seguía
produciendo aquel grito terrorífico. Desesperado, buscó el enchufe al que
estaba conectada, pero su asombro creció al darse cuenta de que ni siquiera
estaba conectada.
-Juliete, tenemos que irnos.
El chico agarró a su hermana, arrastrándola hasta la puerta
por la que habían entrado, pero cuando fueron a abrirla, estaba cerrada. Fue
a coger a Juliete para buscar otras salidas cuando vio que su hermana se había
alejado de él y estaba mirando, muy concentrada, una mariposa de colores
brillantes y llamativos. El chico también se la quedó mirando y, de repente, la
mariposa expulsó un extraño gas que se introdujo en el cuerpo de los chicos,
provocando que cayesen al suelo, desmayados…
(libro)
Le mando seguir el relato a Annie - Azucarillos y Dientes de León
Reglas del juego:
- Sigue la historia y deja una palabra entre paréntesis para que el siguiente pueda incluirla en su relato.
- Mándala otro blog y avísale para que pueda seguirla.
- El juego acaba el miércoles 24/07/2013. La persona que reciba la historia el miércoles deberá terminarla, el jueves la publicaré en esta web.
- Si no quieres participar, avisa al blog que lo envió para que pueda enviarlo a otra persona.